Señor, tengo problemas y dificultades,
ellas brotan por todas partes,
a veces siento que me ahogan y pienso:
“Ya no me proteges, Señor”
“¿Por qué a mí?”
A pesar de tu silencio ante mis preguntas,
a pesar de que me faltan las fuerzas,
a pesar de la ausencia de amigos que me apoyen,
Yo creo Señor, que Tú tienes tus oídos atentos a mi voz,
Yo creo Señor, que Tú eres mi escudo y defensa,
Yo creo Señor que no lucho solo.
Siento que sin Ti me derrumbo como una casa en ruinas.
Siento que Tú eres el silencioso amigo que me sostienes
aunque parezca eterna la espera de tu mano amiga,
como un amanecer que nunca llega.
Sáname tú, Señor, y seré sanado; sálvame tú y seré salvado, pues sólo a ti te alabo. Tú estás en medio de nosotros, Señor. Tu nombre ha sido invocado sobre nosotros: no nos abandones, Señor Dios nuestro.
Jr. 17,14 y 14,9
Te invito a mirar lo que vayas a realizar hoy.
Pídele al Espíritu Santo que te ilumine y guíe en cada en cada una de tus actividades.
Y que María te acompañe.
Señor nuestro Jesucristo, al darte gracias por este nuevo día que comienza:
Te ruego la gracia de vivirlo con alegría, paz y en acción de gracias
por todo lo bueno que hoy me concederás.
Que tu Espíritu Santo me ilumine en todo lo que realice,
y que tu sabiduría dirija hoy todas mis acciones.
Que sepa descubrirte presente, en todo lo que me rodea
y sepa apreciar todo lo que tu generosidad me concederá.
Que todo lo que haga hoy, lo realice movido por el amor a Ti y a los hermanos
para que en todo actúe según tú deseas y esperas de mí.
Y que sienta junto a mí la materna presencia de María Auxiliadora.
Amén.
Estos esquemas de oración, junto con la adaptación de los salmos, han sido preparados por el P. Claudio Muniz sdb y compiladas en un librillo "Oraciones para comenzar el día".
Fueron editadas por Fátima Izaguirre.