Lucas y Juan nos describen a Jesús como un hombre capaz de amistad y que tiene su círculo de amigos. En Lucas, Jesús llama a sus discípulos "amigos": "A ustedes, amigos míos, les digo esto: «No teman a los que matan el cuerpo y no pueden hacer nada más." (Lc 12,4).
Para los griegos, la amistad era un valor muy apreciado. Por esto, Lucas, el griego, tiene una sensibilidad especial para ver en Jesús su capacidad de amistad. Lucas describe a la comunidad primitiva según la imagen de un círculo de amigos al estilo de los griegos. Se ve que Jesús no sólo tenía amigos, sino que era capaz de establecer amistad entre aquellos que lo seguían. No obstante, tenía también experiencia de las rivalidades que surgían entre los suyos. Se enfrentaba decididamente a este hecho poniéndose como ejemplo a los ojos de los discípulos. Quien quiere ser guía, quien quiere ser el primero tiene que ponerse a servir. Tiene que servir la mesa de la vida. "Yo estoy entre ustedes como el que sirve" (Lc 22,27). Con estas palabras manifiesta su propio lugar entre sus amigos.
En el evangelio de Juan, el tema de la amistad es abordado sobre todo en los discursos de despedida. Aquí Juan habla de "los suyos que están en el mundo" Un 13,1). También aquí Jesús llama amigos a los suyos: "Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no conoce lo que hace su señor. Desde ahora los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído a mi Padre" (Jn 15,15). Jesús no trató a los suyos como a siervos, sino como amigos. Les había confiado todo lo que había oído del Padre, lo que tenía en su corazón. Compartía con ellos sus pensamientos íntimos. Les abría su corazón. Lo más alto de la amistad es dar la vida por los amigos: "Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos" (Jn 15,13).
Los discursos de despedida en el evangelio de Juan están impregnados por una atmósfera de íntima amistad. Uno siente de un modo palpable cómo los discípulos están pendientes de los labios de Jesús, cómo se les embarga el corazón de tristeza cuando se dan cuenta de que Jesús los va a dejar, que les será arrebatado por la muerte. Jesús los consuela. Les recuerda los dolores de una mujer en el momento de dar a luz un hijo. Pero cuando ha nacido el niño, la mujer se llena de alegría. Así será también con sus discípulos. Jesús lo promete. Él se va, pero volverá a ellos. Estará con ellos, aunque de manera distinta. En las narraciones de la resurrección, Juan muestra ¡cómo Jesús se dedica con amor a los suyos y cómo les llega al corazón cuando están en la mesa con él: "¡Es el Señor!" (Jn 21,7).
En el evangelio de Juan se habla repetidamente del discípulo que Jesús amaba. No se lo nombra. Muchos exegetas creen que se trata del mismo autor del evangelio de Juan. Durante la Última Cena, este discípulo amado está recostado sobre el pecho de Jesús (Jn 13,23) o, como se dice en el texto griego, "en el regazo de Jesús".
En aquella época, los comensales se recostaban sobre el codo izquierdo y tomaban los alimentos con la mano derecha. El discípulo amado está recostado a la derecha de Jesús. A petición de Pedro, al preguntar a Jesús quién es el traidor, el discípulo se reclina hacia atrás y toca el pecho de Jesús. Esta escena ha dado lugar a unas expresiones artísticas en las que se expresa su sueño sobre la amistad: uno lleva al otro, uno se alegra del otro, entre los dos se extiende la corriente del amor.
Antiguamente, se celebraba el amor de amistad del discípulo Juan con la bendición del vino de San Juan. El celebrante ofrecía a los fieles el vino bendecido con estas palabras:
"¡Beban el amor de San Juan!" Era tradición creer que Juan era el discípulo preferido de Jesús y que experimentaba como ninguno el amor del Maestro, y por ello estaba particularmente capacitado para amar. Desde entonces, muchos se han dejado contagiar por la amistad de Jesús con el discípulo amado. Agustín se sentía tan fascinado por esta amistad que durante toda su vida anhelaba una amistad semejante. Escribía: "Sin amigo nada es amigable".
¿A quién llamarías tu amigo, tu amiga?
¿Qué haces para cuidar esta amistad?
Para Jesús, el secreto de la amistad consiste en dar la vida por los amigos. ¿Qué significa esto para ti, en tu vida? ¿Qué entregas tú por tus amigos?
¿Tienes la sensación de ser verdaderamente tú en la amistad? ¿Qué puedes aprender de Jesús para ser capaz de amistad?