Una pedagogía pastoral como la de Jesús
octubre 30, 2018Planificación Pastoral juvenil Salesiana
noviembre 4, 2018
Para qué sirve el método experiencial
(re-significación)
El Método de Formación Experiencial pretende crear las condiciones técnicas para que los jóvenes puedan crecer con mayor plenitud desde sus propias experiencias, profundizar en ellas y reelaborarlas (re-significarlas) con la inspiración de la fe.
Metodología de la formación experiencial
Elaboración de un diagnóstico grupal
- Cantidad, edades, etc.
- Etapas vitales,
- Acontecimientos recientes.
- Proceso de fe
- Posibilidad de cambio, de mejora
Preguntas claves
Al realizar el diagnóstico incluimos esa “posibilidad de cambio” que intuimos o reconocemos y creemos posible que suceda, esa puede ser nuestra experiencia a abordar.
Aunque ya tengamos elaborado un diagnóstico grupal y hayamos decidido el tema (experiencia) a trabajar será necesario hacerse las siguientes preguntas sobre “esa” experiencia, lo cual nos ayudará a profundizar y clarificar aún más sobre la misma.
- 1. ¿cómo se llama esto que vamos a profundizar? ¿qué experiencia es?
- 2. ¿qué aspectos están problematizando la experiencia?
- 3. ¿qué no se dice sobre esta experiencia? ¿qué se prefiere no profundizar? ¿qué condicionamientos del contexto hay, cuáles son positivos y cuáles negativos?
- 4. ¿qué elementos conceptuales ya se tienen para la comprensión de esta experiencia?
- 5. ¿a qué nos está llamando Dios para crecer y vivir mejor esta experiencia?
Objetivo
Cada encuentro considera un OBJETIVO concreto y alcanzable, que se va desarrollando a través de los siguientes momentos (motivación, descripción, análisis, discernimiento)
En el objetivo está el motor y la orientación del encuentro. Al redactarlo se elige un verbo en infinitivo (descubrir, facilitar, valorar, profundizar...), se establece un «qué» y un «para qué». Luego de confeccionarlo es conveniente volverlo a leer y hacerse estas dos preguntas:
- ¿Es claro, preciso y alcanzable en un encuentro?
- ¿Está claramente expresado el sentido evangelizador de este encuentro?
Desarrollo de un encuentro de formación experiencial
- MOTIVACION: Despertar interés.
- DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA: Mirar nuestra experiencia.
- ANALISIS DE LA EXPERIENCIA: Profundizar en su comprensión.
- DISCERNIMIENTO CRISTIANO: Re elaborarla a la luz de la fe.
Para profundizarEN LA MOTIVACIÓN:
Genera un clima abierto a los interrogantes acerca de la experiencia en sí misma, en el grupo y en la realidad social. Toma respetuosamente todos los interrogantes que surjan. Orienta al grupo a respetar el proceso metodológico, evitando que se anticipen repuestas que corten la profundización. Sintetiza, en lo posible, las inquietudes a fin de ordenar el trabajo.
EN LA DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA:
En este paso la actitud fundamental del animador consiste en recoger las experiencias de todos, apoyar la participación y el autodescubrimiento.
Especialmente en este momento, el animador evita en sí mismo y en el grupo, las actitudes que tiendan a dar consejos, señalar deberes y obligaciones, juzgar verbalmente las experiencias que se comparten y hacer reflexiones abstractas.
El coordinador comparte su experiencia personal, como los demás, habla en primera persona y hace referencia a sus propios sentimientos y vivencias: “Yo siento…”, “a mi me molesta…”, etc.; ayudando a sí a todos a asumir la misma actitud.
EN EL ANÁLISIS DE LA EXPERIENCIA:
La actitud de fondo consiste en ayudar a percibir el condicionamiento social que pesa sobre las experiencias de vida. Para ello es importante que el animador apoye al grupo en:
- Centrar el análisis, evitando la dispersión que tiende a confundir más que aclarar.
- Mantener ligada la experiencia abordada al análisis que se realiza.
- Descubrir que el modo de vivir las experiencias es fruto de un aprendizaje social, por lo tanto es importante darse cuenta dónde y cómo se ha aprendido a vivir cono se vive.
EN EL DISCERNIMIENTO:
La actitud principal consiste en ayudar al grupo a dejarse interpelar por la Palabra de Dios. Para esto el animador comparte con sencillez la invitación que el Espíritu hace en cada uno. Respeta el testimonio de todos, como obra del Espíritu. Anima a que todos comparten su testimonio. Motiva progresivamente a un discernimiento en un clima de oración y celebración.
Evaluación
Finalizado el encuentro, además de evaluar el objetivo, la “actitud del animador”, y el desarrollo del mismo, es importante “rescatar” impresiones del grupo pero sobre todo de cada uno de los participantes porque esto nos puede dar pistas para el próximo trabajo como también para acompañar el proceso personal de cada una de las personas.
Sugerencias: Es conveniente que en la elaboración del diagnóstico, del objetivo, el desarrollo del encuentro y la evaluación sean realizados por más de un animador, esto hará aportar miradas distintas, profundizar en la reflexión mediante el diálogo y el enriquecimiento personal de cada animador.