Esta ficha de trabajo es parte del cuaderno de formación de SEPSUR (Secretariad Pastoral del Sur) que se propone a los agentes pastorales de todas las casas salesianas.
El objetivo general del cuaderno y de estas fichas es ayudar a redescubrir la "significatividad de la actual praxis pastoral, a partir de la revisión de enfoques y metodologías desde una perspectiva socio-política y carismática".
Profundizar sobre el ejercicio del poder en nuestro modo de animar y participar en la Comunidad Educativo Pastoral (CEP), para enriquecer nuestras prácticas pastorales desde la clave socio- política del carisma.
Dinámica inicial
Primer esquema:
Presentación del video: “For the birds”
Luego de haber visto este video motivacional, nos preguntamos:
• ¿Qué me provocó este video, qué sensaciones me deja?
• ¿Con qué personaje me identifico más?
• ¿Cómo crees que se manifiesta el uso del poder en este video?
Dinámica inicial
Segundo esquema:
Dinámica: “El edificio” (El liderazgo como servicio de la comunidad).
Descripción:
1. Se conforman grupos de 6 personas como máximo. Cada grupo debe armar un edificio con diario en 10 minutos.
2. Un integrante del grupo hace de observador, tomando nota de lo que ocurre al interior del grupo mientras se desarrolla la dinámica.
3. Se deben observar: tipos de liderazgo, participaciones y modos de participación, roles que ocupan los participantes, si hubo quien no participó. Se debe evitar dar juicios de valor sobre las personas.
Luego del tiempo determinado (10 min), todos los “observadores” comparten lo que fueron escribiendo sobre el desarrollo del ejercicio de sus grupos.
Se entregan las preguntas que se reflexionan personalmente, luego se sugiere compartir de a cuatro personas.
a) Cuando hablamos de “poder” ¿en qué personas pensamos? (de ayer y de hoy)
b) ¿Cómo se entiende hoy en día el poder en nuestra sociedad?
c) ¿Cómo se vive el ejercicio del poder en mi comunidad, en qué lo percibo? ¿Cómo se expresa el poder de los jóvenes en mi comunidad?
d) ¿De los educadores salesianos que conozco (Asesores, coordinadores, animadores, catequistas, etc.) qué valoro de ellos/as, y qué aspectos mejoraría en su servicio de animación?
Es oportuno analizar en qué consiste y cómo se entiende el poder al interior de la comunidad eclesial, de la CEP, o de alguna experiencia asociativa del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS). Podemos pensar y ejercitar el poder con la lógica del dominio, de superioridad frente a los demás. Visto así, tiende a ser alienante, destinado a la subordinación de unos sobre otros/as. Si se trata de grupos, se piensa en algunos que conducen y otros que obedecen, o lo mismo si se trata de personas en particular, en este caso, los vínculos interpersonales se conciben desde la asimetría, y quien tiene poder planteará su mirada como “la” verdad y no como una perspectiva entre otras.
Pero también tenemos la concepción más relacional del poder, donde reside la libertad y la autonomía y donde se hace necesaria la confianza. Toda relación social es expresión del poder y de las relaciones interpersonales y entre grupos.
Ambas miradas nos llevan a pensar en una tensión en la manera de comprender el poder. Sea como ejercicio dominante, o como relación de vínculos interpersonales. Ambas formas, pertenecen a nuestras realidades y son factibles de ser encarnadas en nuestras prácticas pastorales, en nuestra vida de comunidad y en nuestro modo de animar y acompañar. Para hacer significativa nuestra experiencia, es importante que tengamos una conciencia de esta realidad y de estas tensiones que se pueden estar generando.
La participación en el cómo y en el qué, y el servicio de la autoridad (en nuestro caso como educadores/as, asesores/as, coordinadores/as, animadores/as, catequistas), en la comunidad, siempre es necesaria en toda organización.
En esto nos ilumina la enseñanza de Jesús como “Buen Pastor”, que nos ensenó con su ejemplo que el poder es servicio, como lo hizo Él, que no vino para ser servido sino para servir . Para el cristiano en la Iglesia, dice el Papa Francisco, que ir adelante, progresar, significa abajarse y si no aprendemos en la Iglesia esta regla cristiana, nunca seremos capaces de entender el verdadero mensaje de Jesús sobre el poder .
El servicio que se realiza en la Iglesia, y los vínculos que se generan en su interior, deben seguir el modelo que nos propone Jesús con su vida: donación de la vida a los suyos por amor. Quizás uno de los pasajes más significativos del Evangelio de san Juan en esta línea, es cuando presenta a Jesús bajo la figura del Buen Pastor (Jn 10, 1-21). El pastor vive en función de las ovejas, deseoso de entregar la vida por ellas.
Esta imagen del Buen Pastor es utilizada para refutar públicamente a los fariseos. Con ella queda patente la relación de autoridad que se establece entre ellos y la gente a la que gobiernan y entre Jesús y sus seguidores. Mientras aquellos son pastores asalariados que no les interesan las ovejas y las abandonan a la llegada del lobo, Jesús, el Buen Pastor, no explota a sus ovejas, está a su servicio, da su vida por ellas, las conoce individualmente.
Don Bosco, relacionándose con sus muchachos crea Oratorio y haciendo Oratorio da forma sistémica y orgánica a su acción educativa. Las relaciones se hacen una modalidad de encuentros de espontaneidad y de inmediatez relacional, que suscita formas de escucha, de aceptación empática, de acogida incondicional; de diálogo y de familia.
El icono de toda casa salesiana es un ambiente acogedor y familiar (casa), marcado por la alegría (patio); donde todos puedan desarrollar sus potencialidades, adquiriendo nuevas habilidades (escuela) y caminen siguiendo una clara propuesta de fe (parroquia).
Cuando Don Bosco llega a alquilar el terreno a F. Pinardi, para hacer el oratorio, le pide: una pequeña iglesia para reunir a los muchachos. El cobertizo que Pinardi le ofrece le sirve para reunir a los jóvenes en torno de un altar. Sólo después de haber resuelto esta cuestión fundamental, Don Bosco pide alquilar también el prado que lo rodea para que los muchachos se encuentren en torno a los juegos. Dice él mismo: “Yo me servía de aquellos recreos larguísimos para acercarme a cada muchacho. Con una palabrita al oído a uno, recomendaba mayor obediencia, a otro, mayor puntualidad al catecismo, a un tercero, venirse a confesar, a otro más, sugería un pensamiento de reflexión, y así por el estilo. Puedo decir que el recreo era el tiempo en que lograba un buen número de jóvenes, que el sábado por la tarde o el domingo por la mañana, venían con muy buena voluntad a confesarse”. Don Bosco era siempre el primero en los juegos, el alma de los recreos .
Esto es precisamente el ejemplo de relaciones y vínculos de confianza que generaba don Bosco en el Oratorio de Valdocco, en torno al altar (Eucaristía), que se trasforma para nosotros en un paradigma de relaciones.
La comunidad de Mornese, a partir del análisis de las fuentes históricas , se percibe como ambiente formativo cargado de valores humanos y cristianos, rico en relaciones, animado por Madre Mazzarello, mujer sabia, dócil al Espíritu, alegre, comunicativa, responsable en el vivir su maternidad espiritual hacia las hermanas y las niñas. La vemos que atiende bien las necesidades y exigencias de su servicio de autoridad, pero en su humildad, sintiéndose incapaz de guiar a otros, comparte con todas las hermanas su responsabilidad, haciendo que cada una esté consciente de tener que dar su contribución al bien de la comunidad. Su estilo de animación es propio de quien valoriza el don de cada una y estimula a las hermanas a dar generosamente su contribución para el bien de todas. Sin imponer y sin autoritarismo, la comunidad vive la dinámica de dar y recibir, y esto hace crecer a las personas y les ayuda a ser, al mismo tiempo, verdaderas animadoras a nivel educativo y formativo.
En un ambiente en el cual la prioridad era a las personas más que a la obra, cada una se sentía parte viva y activa de la comunidad y por esto, compartían esperanzas y problemas y participaban, según sus posibilidades, en la solución de las dificultades. Incluso, las hermanas más jóvenes o las mismas jóvenes o niñas podían “con total libertad” expresar sus observaciones para mejorar la vida comunitaria, cada una podía ser de ayuda y de consejo .
Si se considera la riqueza y la diversidad de las personas que vivían en Mornese, se constata como aquella casa era una red de relaciones e interrelaciones recíprocas donde cada una tenía su lugar en relación a las demás.
La comunidad se presenta como un tejido de relaciones en la que emergen diversidad de roles, funciones, de presencias educativas, todos coordinados por la animadora: Sor María Mazzarello, una hermana entre las hermanas.
Cada una hacía de su propia tarea educativa, la razón de ser de su vivir y trabajar juntas, por lo que se sentían responsables en primera persona, en poner sus propias fuerzas en la realización de un único proyecto.
La convergencia educativa se basaba en fundamentos sólidos: un fuerte sentido de pertenencia, compartiendo las mismas metas y los mismos objetivos, aceptación confiada de las personas y paciencia para tejer lazos vitales que normalmente requieren de plazos largos.
Luego de haber reflexionado sobre el tema de la Participación y el poder te invitamos a compartir las siguientes preguntas:
1. Si miramos nuestras experiencias personales y comunitarias en la Comunidad Educativo Pastoral: ¿cuáles son las expresiones de este ejercicio del poder en la clave que nos ofrece la imagen del Buen Pastor, Don Bosco y Madre Mazzarello?
2. En nuestra experiencia pastoral en la CEP, ¿de qué manera estamos favoreciendo las relaciones interpersonales y la generación de vínculos positivos entre sus integrantes?
3. Si miramos las prácticas educativo-pastorales de nuestra CEP, ¿cómo podemos seguir contribuyendo a que los jóvenes sean animadores desde la clave que nos ofrece el ejercicio del poder como servicio?
Petición de Santiago y Juan
“Andaban en el camino, subiendo a Jerusalén. Jesús se les adelantaba y ellos se sombraban. Le seguían pero tenían miedo. Y tomando consigo de nuevo a los Doce, les anunció por tercera vez la pasión.
Se le acercan entonces Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen:
Maestro, queremos que lo que te vamos a pedir nos lo concedas.
El les dijo: ¿Y qué quieren que haga Yo con ustedes?
Ellos le dijeron: Concédenos que nos sentemos, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Gloria.
Jesús les dijo: No saben lo que están pidiendo. ¿Pueden beber el cáliz que yo he de beber o ser bautizados con el bautismo con que Yo voy a ser bautizado?
Podemos – le respondieron ellos.
Pero Jesús dijo: El cáliz que yo bebo, ustedes lo beberán y con el bautismo con que voy a ser bautizado, serán bautizados también ustedes, pero hacer que alguien se siente a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quienes está preparado.
Los otros diez, como escucharon esto, comenzaron a indignarse con Santiago y Juan.
Jesús, llamándolos junto a sí les dice:
Ustedes saben que los que figuran como jefes de las naciones tratan despóticamente a la gente como si fueran sus dueños absolutos y los grandes de las naciones las oprimen, abusando de su poder y autoridad contra ellos. No es así entre ustedes: sino que el que quiera convertirse en el más grande entre ustedes, será su servidor, y el que quiera ser el primero entre ustedes, será siervo de todos. Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido sino para dar su vida en rescate por muchos”.
Mc 10, 35-45
Luego de leer el evangelio se sugiere relizar el siguiente ejercicio
Según lo que hemos podido reflexionar en este encuentro, te invitamos a que en grupos puedan elaborar un perfil del animador/a en referencia al ejercicio del poder en la comunidad.
¿Qué cualidades te parece que debe tener un buen animador/a salesiano/a?
¿Qué actitudes debería evitar para ser un buen/a animador salesiano/a?