A los Salesianos y a los jóvenes del colegio de Lanzo
Turín, víspera de la Epifanía 1875
A mis queridísimos hijos, Director, asistentes, prefecto, catequista, alumnos y demás del colegio de Lanzo.
Que la gracia de Nuestro Señor Jesucristo esté siempre con nosotros. Amén.
Hasta ahora, hijos míos amadísimos, no he podido satisfacer un vivo deseo de mi corazón y era haceros una visita. Una serie no interrumpida de complicaciones ocupaciones, una ligera molestia de salud me han impedido tal cosa.
Sin embargo, quiero decir algo que os resistiréis a creer: varias veces al día pienso en vosotros y todas las mañanas en la S.Misa os encomiendo de modo especial al Señor. Por vuestra parte, también dais muestras de que os acordáis de mí. Con qué placer he leído vuestras líneas de felicitación; desde el primero al último del colegio. Me parecía encontrarme en medio de vosotros, y en mi corazón repetí varias veces: ¡vivan mis hijos de Lanzo!
Comienzo, pues, dándoos las gracias a todos, y de todo corazón, por las cristianas y filiales felicitaciones que me enviáis y pido a Dios que centuplique sobre vosotros y sobre todos vuestros familiares y amigos esos deseos. Sí, que Dios os conserve a todos muchos años de vida feliz. Quiero ahora daros una felicitación especial: os deseo del cielo salud estudio moralidad.
Salud. Éste es un regalo precioso del cielo. Cuidadlo. Guardaos de las intemperancias, de sudar demasiado, del cansancio excesivo, del paso rápido del calor al frío.. Éstas son las causas ordinarias de enfermedad.
Estudio. Estáis en el colegio para haceros con un conjunto de conocimientos con los que podáis a su debido tiempo ganaros la vida. Cualquiera que sea vuestra condición, vocación o estado en el futuro, debéis hacer de modo que, si os faltase toda la ayuda de vuestra casa y de vuestros padres, pudierais estar en grado de ganaros un alimento honrado.
Que nunca se diga de nosotros que vivimos de los sudores ajenos.
Moralidad. El lazo que une la salud y el estudio, el cimiento sobre el que se levantan es la moralidad. Creedlo, mis queridos hijos: yo os digo una gran verdad. Si conserváis buena conducta moral, progresaréis en el estudio, en la salud; os apreciarán vuestros superiores, vuestros compañeros, vuestros padres, vuestros amigos, vuestros paisanos, y si queréis que os lo diga, seréis apreciados y respetados hasta por los malos.
Todos pretenderán estar cerca de vosotros, elogiaros, haceros favores. Pero dadme algunos de esos seres que no tienen moral. ¡Qué cosa tan desagradable! Serán perezosos y no tendrán más nombre que el de asno; hablarán mal y se dirá de ellos que son escandalosos de los que hay que huir. Si se les conoce en el colegio, todos los rechazan y se canta un Tedeum el día feliz en que se van a su casa. ¿Y en su casa? Desprecio general. La familia, el pueblo los detestan, nadie les apoya, todos huyen de su compañía. ¿Y para el alma? Si viven, son desgraciados; en caso de que mueran, como no han sembrado más que mal, no podrán más que frutos funestos.
Ánimo, pues, queridos hijos: tratad de buscar, estudiar, conservar y promover los tres grandes tesoros: salud, estudio y moralidad
Algo más todavía: Yo escucho la voz que viene de lejos y grita:¡Hijos ,alumnos de Lanzo, venid a salvarnos! Son las voces de muchas almas, que esperan una mano amiga, que vaya a arrancarlas del borde de la perdición, y las ponga en el camino de la salvación. Os digo esto, porque muchos de vosotros estáis llamados a la vocación sagrada, a ganar almas. Sentíos fuertes: hay muchos que os esperan.
Finalmente, hijos, os recomiendo a vuestro Director. Sé que no tiene muy buena salud; rezad por él, consoladlo con vuestra buena conducta, queredle mucho, tened confianza ilimitada en él. Estas cosas le ayudarán mucho a él y os resultarán de gran beneficio a vosotros mismos.
Mientras os aseguro que todos los días os encomiendo en la santa misa, me encomiendo también yo a vuestras buenas oraciones para que no me suceda la desgracia de predicar a los demás y después vaya a perder mi pobre alma.
Que Dios os bendiga a todos y creedme en Jesucristo.
Afmo. amigo,
Sac. Gio. Bosco
N.B. Ruego al Sr . Director que explique lo que tal vez no se pueda comprender bien.