Las noches de fallos para los carnavaleros es una de las experiencias más lindas que se pueden vivir. Es una instancia dónde te pones a valorar todo el camino y el proceso realizado, dónde afloran en el corazón y en la mente montones de anécdotas buenas y de las otras.
Es una instancia de encuentro donde muchos allegados al conjunto se hacen presentes para "hacerte el aguante" y sentir que el camino hacia la realización de un espectáculo es algo que movió el corazón de esas personas que están para acompañarte.
Así lo vivimos desde Aristophanes, con cantos, bailes y también con los nervios de que el carnaval valore tu forma de decir, donde la tensión se vive muy cerca cuando se acerca la hora de escuchar los fallos. Donde en tu cabeza está esa dualidad de cómo te vas a sentir si pasas o no a la liguilla.
Es como esa experiencia de vigilia que se puede convertir en resurrección, alegrías, abrazos y saber que el carnaval te regala esa oportunidad de volver a brindar eso por lo cual trabajaste muchos meses.
Nosotros, en nuestro espectáculo comenzamos diciendo: "Vuelven las ganas de decir, ir por los barrios repitiendo ideas..." Y desde ahí es que vivimos el carnaval y sus distintas instancias, cómo los fallos de carnaval, lugar de encuentro con los demás y dónde se vive una hermosa experiencia de vigilia donde solo brota la esperanza de volver a decir.
Daniel "Tito" Javier, Salesiano Cooperador. Integrante del conjunto de parodistas Aristhopanes.
"Liguilla" es una instancia clasificatoria en el concurso de carnaval en Montevideo, que indica cuáles son los mejores conjuntos de donde saldrá el ganador de la categoría.
La "noche de los fallos" es cuando se hace pública la nómina de conjuntos que accede a la liguilla. También, posteriormente, es la noche en que se anuncia el conjunto ganador.