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La palabra “sinodalidad” es, desde el último Sínodo sobre los jóvenes, uno de los temas más recurrentes en la reflexión pastoral actual. Quizás los jóvenes estén marcando el camino de la sinodalidad.

Sinodalidad significa caminar juntos. Para poder caminar juntos necesitamos de todos. ¿Es posible buscar una imagen para describir la sinodalidad? El papa Francisco habla de una canoa. Esta imagen fue propuesta en el Sínodo por un joven de Samoa.

“Dijo que la Iglesia es una canoa, en la cual los viejos ayudan a mantener la dirección interpretando la posición de las estrellas, y los jóvenes reman con fuerza imaginando lo que les espera más allá. No nos dejemos llevar ni por los jóvenes que piensan que los adultos son un pasado que ya no cuenta, que ya caducó, ni por los adultos que creen saber siempre cómo deben comportarse los jóvenes. Mejor subámonos todos a la misma canoa y entre todos busquemos un mundo mejor, bajo el impulso siempre nuevo del Espíritu Santo” (ChV 201).

La imagen de la canoa es sugerente. La pastoral juvenil, la pastoral de cada presencia, de cada comunidad, de cada casa, necesita de todos.

A partir de este simpático video te invitamos a identificar algunos rasgos de lo que podría ser una pastoral juvenil sinodal.

Arma un pequeño listado

El papa Francisco lo expresa de esta manera:

“La pastoral juvenil sólo puede ser sinodal, es decir, conformando un caminar juntos que implica una valorización de los carismas que el Espíritu concede según la vocación y el rol de cada uno de los miembros de la Iglesia, mediante un dinamismo de corresponsabilidad […]. Animados por este espíritu, podremos encaminarnos hacia una Iglesia participativa y corresponsable, capaz de valorizar la riqueza de la variedad que la compone, que acoja con gratitud el aporte de los fieles laicos, incluyendo a jóvenes y mujeres, la contribución de la vida consagrada masculina y femenina, la de los grupos, asociaciones y movimientos. No hay que excluir a nadie, ni dejar que nadie se autoexcluya”.

Papa Francisco, Christus Vivit

Abrirse a lo nuevo

La sinodalidad nos abre a lo nuevo. Quienes nos dedicamos a la pastoral juvenil sabemos que la historia no se detiene, aunque algunos hayan decidido echar el ancla. Las jóvenes generaciones siempre acercan a lo nuevo y son una puerta abierta al futuro. Lo que para muchos puede ser un gran desafío, para los jóvenes es parte habitual del mundo en el que viven. El Sínodo nos ha recordado que muchas veces los jóvenes van por delante. “En efecto, creemos que también hoy Dios habla a la Iglesia y al mundo mediante los jóvenes, su creatividad y su compromiso, así como sus sufrimientos y sus solicitudes de ayuda. Con ellos podemos leer más proféticamente nuestra época y reconocer los signos de los tiempos; por esto los jóvenes son uno de los lugares teológicos en los que el Señor nos da a conocer algunas de sus expectativas y desafíos para construir el mañana” (DF 64).

¿Qué nos trae de nuevo la sinodalidad? Tenemos que acercarnos a lo nuevo. En la Exhortación postsinodal Christus Vivit (ChV) el papa Francisco propone algunos rasgos para la pastoral juvenil del futuro, pero sobre todo quiere hablar directamente al corazón de cada joven.

Y dice cosas como estas:
- “Él vive y te quiere vivo” (ChV 1).
- “Jesús es joven entre los jóvenes” (ChV 22).
- “En Jesús todos los jóvenes pueden reconocerse” (ChV 31).
- “Ser joven, más que una edad es un estado del corazón” (ChV 34).
- “Si eres joven en edad, pídele a Jesús que te renueve” (ChV 109).
- “Para Él eres realmente valioso, no eres insignificante, le importas porque eres obra de sus manos” (ChV 115).
- “La juventud es un regalo de Dios” (ChV 134).
- “Dios es el autor de la juventud y Él obra en cada joven” (ChV 135).
- “Volar con los pies” (ChV 139).
- “La amistad es un regalo de la vida y un don de Dios” (ChV 151).
- “La oración es un desafío y una aventura” (ChV 155).
- “Tú tienes que descubrir quién eres y desarrollar tu forma propia de ser santo” (ChV 162).
- “Por ustedes entra el futuro en el mundo” (ChV 174).
- “Ustedes son el ahora de Dios que los quiere fecundos” (ChV 178).
Una espiritualidad juvenil de esta época.
El papa Francisco propone que para hablar de la espiritualidad juvenil hay que partir del hecho de que cada joven es un regalo de Dios para la Iglesia y el mundo: “La juventud más que un orgullo es un regalo de Dios” (ChV 134). Es un arranque muy interesante porque creemos que se puede afirmar que nos damos cuenta de lo importante que es la espiritualidad cuando constatamos que nos va la vida en ello. “Espero (dice el papa Francisco) que puedas valorarte tanto a ti mismo, tomarte tan en serio, que busques tu crecimiento espiritual” (ChV 159).

La espiritualidad toca la vida. Una vida tejida por sueños, experiencias, relaciones, proyectos y elecciones. “La juventud, fase del desarrollo de la personalidad, está marcada por sueños que van tomando cuerpo, por relaciones que adquieren cada vez más consistencia y equilibrio, por intentos y experimentaciones, por elecciones que construyen gradualmente un proyecto de vida” (ChV 137).

La espiritualidad toca las raíces de la vida.
“A veces he visto árboles jóvenes, bellos, que elevaban sus ramas al cielo buscando siempre más, y parecían un canto de esperanza. Más adelante, después de una tormenta, los encontré caídos, sin vida. Porque tenían pocas raíces, habían desplegado sus ramas sin arraigarse bien en la tierra, y así sucumbieron ante los embates de la naturaleza. Por eso me duele ver que algunos les propongan a los jóvenes construir un futuro sin raíces, como si el mundo comenzara ahora. Porque «es imposible que alguien crezca si no tiene raíces fuertes que ayuden a estar bien sostenido y agarrado a la tierra. Es fácil “volarse” cuando no hay desde donde agarrarse, de donde sujetarse» .

(ChV 179)

En este sentido, el papa Francisco hace una propuesta de espiritualidad juvenil ayudándose de algunos dinamismos: soñar y elegir; vivir intensamente y experimentar; disfrutar de la amistad con Jesús; crecer y madurar; vivir la fraternidad; comprometerse; ser un misionero valiente.

Una Espiritualidad Juvenil sinodal

Soñar

El amor de Dios no nos priva de soñar sino que potencia nuestros sueños. Francisco dice que soñar exige tener una sana inquietud, evitar vivir con una actitud de lamentos, y superar la tentación de la ansiedad. Puedes ver ChV 142.

Vivir y experimentar

En los jóvenes hay un gran deseo de vivir y experimentar. “El Señor no quiere debilitar estas ganas de vivir” (ChV 145). “Está claro que la Palabra de Dios te invita a vivir el presente, no solo a preparar el mañana” (ChV 147). Vivir y experimentar no solo lleva a momentos dichosos sino también hay momentos duros. “Mientras luchas para dar forma a tus sueños, vive plenamente el hoy, entrégalo todo y llena de amor cada momento. Porque es verdad que este día de tu juventud puede ser el último, y entonces vale la pena vivirlo con todas las ganas y con toda la profundidad posible” (ChV 148).

Amar al Señor

La espiritual juvenil se sostiene por un dinamismo fundamental: la amistad y el amor al Señor. La amistad exige una relación estable, firme, fiel, que madura con el paso del tiempo. La amistad con Jesús es inquebrantable. Esta amistad madura y crece gracias a la oración. La oración es un desafío y una aventura.”Intenta descubrirlo y vivirás la bella experiencia de saberte siempre acompañado” (ChV 156).

Crecer y madurar

Cada etapa de la vida tiene su interés. Pero el ser humano siempre está en un proceso de crecimiento y maduración. La juventud no es una etapa definitiva sino que es una parte bella e importante del camino de la vida. “Crecer es conservar y alimentar las cosas más preciosas que te regala la juventud, pero al mismo tiempo es estar abierto a purificar lo que no es bueno y a recibir nuevos dones de Dios que te llama a desarrollar lo que vale. A veces, los complejos de inferioridad pueden llevarte a no querer ver tus defectos y debilidades, y de ese modo puedes cerrarte al crecimiento y a la maduración. Mejor déjate amar por Dios, que te ama así como eres, que te valora y respeta, pero también te ofrece más y más: más de su amistad, más fervor en la oración, más hambre de su Palabra, más deseos de recibir a Cristo en la Eucaristía, más ganas de vivir su Evangelio, más fortaleza interior, más paz y alegría espiritual” (ChV 161).

Vivir la fraternidad

Para poder vivir la fraternidad es necesario salir de sí y abrirse a los demás. Este dinamismo está muy presente en todo el magisterio de Francisco. Si recordáis empezó hablando de una Iglesia en salida. Salir de sí lleva a buscar el bien de los demás. Salir de sí exige no caer en la tentación del aislamiento.

Comprometerse

El papa Francisco propone a los jóvenes como dinamismo espiritual el compromiso. Comprometerse lleva a salir del pequeño grupo de amigos, busca la amistad social frente a la enemistad social que es tan destructiva. El santo Padre hace una llamada a la amistad social constatando que el mundo se está destruyendo por la enemistad social.

Ser misioneros valientes

En el último dinamismo de vida espiritual el papa Francisco invita a la misión y al coraje. Según el papa Francisco los jóvenes son el ahora de Dios. “Porque es dando como se recibe, y la mejor manera de preparar un buen futuro es vivir bien el presente con entrega y generosidad” (Chv 178). Jesús envía hasta todos. El evangelio no es para algunos sino para todos.
 

Retomemos el video inicial y la imagen de la canoa...

La historia de la iglesia y de cada uno de los movimientos a los que pertenecemos nos muestran que hay maestros de espiritualidad y de pastoral. De ellos nos nutrimos, en ellos nos inspiramos, su vida nos alienta. Al mismo tiempo, la vida espiritual y la vida pastoral (no van separadas; simplemente las nombramos para explicitarlas) se nutren de la historia y la vida de cada persona en su realidad. Las experiencias de cada uno cuentan y mucho, Si no fuera así, es una pastoral de escritorio, una espiritualidad sin encarnación.

El camino sinodal nos dice que, aunque parezca un "populismo", todos aprendemos de todos y debemos hacer caminos juntos. Debemos preguntarnos una vez más si los "guías y maestros" no deberían ser más "compañeros y buscadores experimentados" en este de buscar caminos de espiritualidad juvenil que impacte evangélicamente en las vidas de los jóvenes.

 

Este material ha sido elaborado tomando como base el documento UNA ESPIRITUALIDAD JUVENIL SINODAL, de la iniciativa española "Escuela de pastoral con jóvenes". Tomado de www.escueladepastoral.org
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