Inspirados por el pasaje de bíblico "Cuando dos o tres se encuentran reunidos en mi nombre, ahí estoy yo", con el equipo de MAUXI generamos un encuentro entre jóvenes vinculados al mundo salesiano. El objetivo que nos propusimos fue el de crear algún tipo de contenido para jóvenes animadores.
El jueves 1 de Octubre, concretamos dicho encuentro y queremos presentarles el resultado. Si bien se trata de una dinámica que puede llevarse adelante así como está, también puede adaptarse y ser una herramienta para que surjan nuevas ideas.
Queremos agradecer particularmente a Silvina Baraibar, Natalia Kazarián, Santiago Di Siervi, Joaquín du Pré, Juan Martín Ferreira, Aldana Fregosi, Diego Castro y Paula Márquez por su tiempo y dedicación para este encuentro.
Nos encantaría seguir generando contenido a partir de encuentros de este tipo, para así continuar enriqueciéndonos de la presencia viva de Jesús entre nosotros.
Fomentar la unidad del grupo con lo que cada persona tiene para aportar.
11 años.
- Crucifijo/Cruz
- Globos
- Puzzles
- Papeles
- Lápices
Se dividen en cuatro equipos y se le asigna un determinado color a cada uno.
A cada participante se le dará un globo, del color de otro equipo, con una ficha de puzzle dentro.
Cada equipo cuenta con una base y el objetivo es explotar los globos del color de mi equipo para lograr formar mi puzzle.
Hacer una lluvia de ideas de las actitudes/vivencias/experiencias que hacen que un grupo funcione mejor y cuáles no, retomando y relacionando con el juego anterior y con los grupos en los que ellos participan.
A modo de plenario compartir qué actitudes de lo anteriormente trabajado se tienen y cuáles faltan trabajar o crecer en el propio grupo.
Leer 1Co 12, 12-27 y luego hacer un comentario y relacionarlo con el juego rompehielo, de como en grupo podemos construir algo común.
Para finalizar deben realizar un compromiso individual para con el grupo, escribirlo y colocarlo sobre una cruz (puede ser de madera o en papelógrafo).
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.
Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?
Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.
Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;
y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.
Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba,
para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.
De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.
Para finalizar deben realizar un compromiso individual para con el grupo, escribirlo y colocarlo sobre una cruz (puede ser de madera o en papelógrafo).