Encontrar Nos

Hay una línea que nos separa del resto de las personas. Es una línea imaginaria que nos divide por zonas. En un lugar me encuentro yo con mis certezas, y luego aparece otra gente con sus cabezas. Mis ideas y mis miedos, mis virtudes y en lo que creo, no siempre corresponde a la vereda de enfrente. Es por eso que somos distintos, diferentes. La inmensidad de mis banderas y lo que espero del afuera, a veces choca con tus palabras, otra corriente de ideas. Desde ahí la interrogante ¿soy yo el que se equivoca o el que tengo delante? Buscamos la comodidad de lo que en nuestro adentro reside y pensamos que nuestra verdad es la que el futuro decide. ¿Y si no es así? Si no tengo las verdades que en mi vida conocí. Mi cuadro no es el mejor, a veces gana a veces pierde, en la vida hay muchos colores, no a todos les tiene que gustar el verde. Las aceitunas son espantosas, pero hay quienes las aman, antes que el dulce de leche prefieren comer una manzana.

La ética y la moral, que asumimos son de sentido común, comúnmente son variables y dependen de un “según”. Compartir tiene una clave, es una especie de llave que me acerca más al otro. El mundo tiene millones de yo transformando un nosotros. Reconocernos diferentes para encontrar al resto, reconocernos diferentes y a la vez ser parte de esto. Construir desde esa diferencia para enriquecernos con cariño, saber que vamos cambiando y puedo ser distinto a mi niño. Estar dispuesto al reto, si este trae experiencia, experiencias del amor, no solo de sapiencias. Cada persona es un mundo que paso a paso se va construyendo, tengamos las manos listas para ayudar y no para seguir destruyendo. Necesitamos más abrazos, tolerancia y más escucha. Tenemos que entender que no siempre estoy de acuerdo, y eso es parte de la lucha. Lucha por defender los ideales con respeto, aceptando lugares distintos sin dar nada por hecho. Hay una línea que nos separa del resto de las personas, el desafío es cruzarla y poder construir otras zonas.