Don Bosco posa en medio de los alumnos de la Escuela de Música Instrumental del Oratorio. Es una de las pocas foto-grafías en que elige aparecer sonriente. Aunque en la que aparece rodeado de jóvenes muestra un rostro satisfecho por estar entre ellos, también aquí notamos, respecto a las fotografías de estudio, una mayor espontaneidad y expresividad. Es evidente que está contento de fotografiarse en ese contexto.
Ha de saberse además que, en toda la serie de fotografías que se tomaron para documentar el andar del Oratorio, Don Bosco elige posar él mismo en dos de ellas: con sus salesianos y con la Banda. Es que la música revestía un gran significado para Don Bosco. Ella tenía un valor educativo como posibilidad de expresión de los jóvenes, como atmósfera de alegría y unión, como elemento de reconocimiento de una identidad de grupo, como propiciadora del esfuerzo y la creatividad. Encontramos la confirmación de tales afirmaciones en las palabras mismas de Don Bosco respecto a la utilidad de una escuela de música en el Oratorio: «Un Oratorio sin música es un cuerpo sin alma».
Vemos a la izquierda de Don Bosco al maestro De Vecchi y G. Enría. A la derecha: Buzzeti, con su tupida barba roja; don Cagliero, maestro de la Escuela de canto y compositor rico en fantasía y creatividad; don Lazzero, primer Consejero de las Escuelas Profesionales. Detrás, entre don Cagliero y Buzzetti, el joven Giuseppe Do-gliani que será después gran músico y sucederá a don Cagliero en el 1875 en la dirección de la Schola Cantorum y en el 1889 en la dirección de la Banda musical.
De este retrato no se conserva el original y la copia que permanece es muy tardía y con múltiples retoques.
En cuanto a la fecha de la fotografía, existe en archivo un ejemplar con escrito al dorso «Banda Oratorio 1873». Pero es poca la certeza de esta noticia porque la copia conservada es reciente. Es más atendible el comentario de don Amadei que la ubica entre las fotografías hechas entre 1870 y 1871, en los treinta años del Oratorio.
Canto bajito, pero de a cinco nos hicimos oír. Desafinamos y dejamos mucho que desear, pero entre risas y disfrute se nos sumaron a los coros. ¡Qué lindo está cantar! Mucho mejor aún si se lo hace acompañado
La música para mi es importante porque es una manera diferente de poder llegar a los demás, de poder ver las cosas de otra manera. Y a mi me ayuda a reflexionar sobre temas que quizas a veces no basta solo con palabras.
Si pienso en animar a un joven, en rezar o en ponerle onda a un patio SIEMPRE se me viene a la mente la música. Aprendí a tocar la guitarra por esto mismo..., lo siento como una forma de acercarme a los niños y jóvenes muy especial..., como si fuera un lenguaje único donde nos encontramos!
Empecé a llevar a cabo la música en la animación y en mi caso me ayudó bastante para crear una conexión más directa con los gurises, ya que la música ayuda a que ellos se sientan cómodos y con más ganas de disfrutar la tarde, y creo que es indispensable la presencia de esta en un Oratorio al estilo de Don Bosco
La música tiene un lugar muy especial en mi vida, así como en las cosas que hago. Por eso, al momento de animar, también está muy presente. Creo que lo más lindo de la música es que llega a lugares que capaz que el decir unas palabras no llega... te hace sentir, emocionarte, conectarte con Dios de una forma especial, diferente a las demás. A mí me genera esto, y por eso es una herramienta clave al momento de animar. Cantar una canción, tocarla en la guitarra para los gurises, me conecta mucho con Dios, y creo que a ellos y ellas también los conecta. Me gusta poder llevar la música a ese lugar tan especial para mí, que es la animación, porque me transforma en instrumento de Dios para llegar, de una forma más, a los gurises.
En un lugar destacado se cuelga o coloca la foto, acompañado con un canto (puede ser "Cuando recibiste los primeros gurises").
ORACIÓN INICIAL
Señor, Dios Nuestro¿Qué te provoca esta foto?
¿Qué subrayados harías de la descripción histórica de esta foto?
¿Cuál ha sido una “gran alegría” vivida con los jóvenes, los educadores, la comunidad en esta primera parte del año?
Una vez que se haya compartido a gusto, iniciamos un momento celebrativo.