Celebrar la Palabra compromete nuestra vida
septiembre 2, 2020Celebrar la Palabra de Dios con jóvenes
septiembre 7, 2020
El momento de la Palabra en una celebración con niños puede convertirse en un momento muy profundo y de gran intensidad si se realiza con creatividad y belleza.
Los niños están acostumbrados a escuchar historias y cuentos, y se relacionan bien con los personajes. Su identidad con el personaje principal y su atención ante lo sorprendente en el relato hace que no pierdan el hilo de lo que se narra. Por eso, centrar la narración de los textos de la Biblia en sus personajes y en acontecimientos ayuda a que se introduzcan en historias vividas por creyentes del pasado de una forma natural y espontánea.
La capacidad de los niños para memorizar nombres de personas y lugares hace que la Biblia se convierta para ellos en un viaje a otros tiempos y lugares, sobre todo si las historias se acompañan de datos peculiares o descripciones de paisajes, objetos, vestidos, ciudades…
La forma de narrar la Palabra de Dios a los niños en una celebración, sin embargo, tiene que cuidar algunos aspectos que les ayuden a comprender, ya desde pequeños, que no se trata de un libro de cuentos o historias fantásticas.
Hay que cuidar, por tanto, que durante la proclamación de la Palabra no se caiga en el infantilismo que haga percibir las narraciones bíblicas como cuentos infantiles.
Para narrar la Palabra de Dios a los niños en una celebración:
Biblia
Hacer ver que todo lo que se narra no es una invención del que cuenta la historia, sino un relato que está escrito en la Biblia. En nuestra experiencia con niños es importante que siempre esté presente y visible la Biblia, y que se lea de ella (no de hojitas, revistas o cuadernos).
Fidelidad
Representar o narrar la historia sin añadir muchos elementos extraños al texto original. Si se añaden, que sean elementos que ayuden a entender o explicar el texto, pero que no den información que no tiene nada que ver.
Distinguir
Distinguir unas historias de otras con algún tipo de introducción narrativa. Por ejemplo, se puede decir: «En cierta ocasión, le ocurrió a Jesús…», o «En una ocasión Jesús nos contó una historia…». Con ello les hacemos ver que hay relatos que son cuentos con un mensaje y otros son acontecimientos que vivió Jesús u otro personaje.
Participar
Para captar la atención de los niños y lograr una retención del texto es conveniente hacer pausas en las que ellos puedan intervenir respondiendo a preguntas o aplaudiendo a los personajes, así como repitiendo frases que el personaje está diciendo. Por ejemplo, en la narración de la creación, que todos repitan: «Dios vio que todo era muy bueno».
Visualizar
Utilizando recursos plásticos como carteles, personajes para pintar, animaciones, etc. se logra una identificación y una retención mayor de aquellos aspectos de la historia que queremos subrayar.
Tiempos
Los tiempos fuertes del calendario litúrgico son privilegiados para realizar una lectura narrada o representada de la Palabra de Dios. El Adviento, la Navidad, la Cuaresma y la Pascua están llenos de personajes y mensajes sencillos pero, a la vez, riquísimos y cercanos a la vida.
En base a un artículo de Abel Domínguez, en Misión Joven núm. 442